Construyendo el futuro de la robótica y la automatización en Euskadi
Por David Montero
El ecosistema de robótica y automatización (R&A) en Euskadi ha sido, desde hace décadas, un pilar estratégico para nuestras principales empresas, especialmente en los sectores industrial y logístico. En los últimos años, su crecimiento ha sido notable, consolidándose como un motor clave para nuestra competitividad y entrando de lleno en otros sectores como el agroalimentario y la salud. En este contexto, la creación de la Asociación Vasca de Robótica y Automatización, Robotekin, responde a la necesidad de cohesionar agentes, reforzar capacidades y, sobre todo, proyectar nuestro ecosistema a nivel global. Nos inspiramos en referentes internacionales como Pittsburgh, Odense o Singapur, estableciendo conexiones estratégicas que fomentan colaboraciones beneficiosas para todos los actores involucrados.
Desde su puesta en marcha hace menos de dos años, y con el impulso del Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Álava, Robotekin ya reúne a más de 50 organizaciones vascas vinculadas a la R&A. Esta red opera de forma colaborativa para impulsar el sector, con la participación activa de empresas tractoras como Mercedes, Michelin, DHL, Eroski o Danobat. Junto con fabricantes, proveedores de servicios, centros de I+D, entidades formativas y startups, se desarrollan iniciativas y soluciones alineadas con las necesidades reales del mercado, en un entorno de confianza y colaboración, incluso entre competidores.
Dentro de la cadena de valor de nuestro ecosistema, como ocurre en esos otros referentes internacionales, las startups juegan un rol esencial. Su agilidad, creatividad y capacidad de adaptación a un entorno en constante evolución complementan y refuerzan las capacidades de los sectores más tradicionales. En muchos casos, incluso pueden convertirse en el germen de ecosistemas tecnológicos completos, como ocurrió con Odense Robotics en Dinamarca.
Este hub danés de robótica tiene su origen en dos startups pioneras: Universal Robots (UR) y Mobile Industrial Robots (MIR). UR fue fundada en 2005 por investigadores de la Universidad del Sur de Dinamarca con la visión de desarrollar brazos robóticos colaborativos accesibles y fáciles de usar para pymes. Su primer cobot, el UR5, revolucionó el mercado en 2008 y, en 2015, la empresa fue adquirida por Teradyne por 285 millones de dólares.
Por su parte, MIR, nacida en 2013, apostó por la automatización intralogística con robots móviles autónomos. Su éxito atrajo la atención del sector y en 2018 fue adquirida, también por Teradyne, por 148 millones de dólares. La combinación de estas startups, junto con el apoyo gubernamental y la colaboración con universidades y centros de investigación, impulsó la creación de Odense Robotics, reconocido hoy como uno de los ecosistemas robóticos más avanzados del mundo.
El fortalecimiento de nuestro ecosistema R&A necesita de una apuesta decidida por las startups, tanto locales como internacionales
Siguiendo este modelo, Euskadi debe apostar con fuerza por retener, reforzar y consolidar sus startups en R&A. En los últimos años, hemos visto surgir iniciativas que son ya referentes internacionales en sus ámbitos: AVS (robótica espacial), Acceleration Robotics (aceleración de robots), Alias Robotics (ciberseguridad para robots) o Eurocybcar (ciberseguridad automatizada para vehículos), entre otras.
Sin embargo, no basta con potenciar el talento local, la atracción de startups desde cualquier parte del mundo es crucial. Estamos inmersos en una competición global por el talento, y el de las startups es de los más codiciados. Como imán contamos con lo más importante para cualquier empresa (también para las startups): el mercado, especialmente para quien busca clientes empresariales (B2B). Iniciativas como Bind han demostrado el interés de las principales compañías vascas en incorporar soluciones innovadoras de startups de todo el mundo. Además, contamos con un importante tejido de apoyo tecnológico y de negocio, instrumentos financieros públicos y privados, incentivos fiscales y una red de BICs que facilitan el acceso a todo ello e infraestructura para su desarrollo. Y más recientemente, en la sede de Robotekin hemos puesto en marcha el Robotory, un espacio que permite a las startups testar sus soluciones en un entorno accesible, neutral y colaborativo.
En resumen, el fortalecimiento de nuestro ecosistema R&A necesita de una apuesta decidida por las startups, tanto locales como internacionales. Iniciativas como Robotekin son pasos firmes en la dirección correcta, pero es vital continuar fomentando desde todos los ámbitos la colaboración, la innovación y la atracción de talento para conseguir un futuro próspero y competitivo para nuestra economía.
David Montero es Director de BIC Araba
